Prólogo

emprendemos el viaje al viaje                                       
el primer destino no sólo no es conocido sino que resulta intrigante, una pequeña experiencia anterior nos puede guiar en el revoltijo de ideas sobre cómo emprender …
resulta cuanto menos curioso que en esta primera etapa no damos un solo paso, pero el resultado sentados en la pequeña mesa, bola del mundo, nos hace transitar vía tierra, mar y aire por miles de kilómetros de difíciles tierras…
muchos lugares, etapas, rutas se convertirán con el estudio y exploración teórica en la futura guía del viaje … ¿¡¡estamos perdidos!!? 

hay que volver de nuevo
la magnitud acojona y nutre de fantasías, pero hay que ser prácticos y volver a la realidad del tiempo disponible para abarcar/patear sin perder el resuello, estableciendo prioridades y planificando meticulosamente…
aunque no podamos desligarnos de nuestras fantasías viajeras, nos hemos metido en la piel de algunos viajeros-exploradores de referencia, trataremos de no volvernos a perder en la esencia de sus experiencias y abarcar lo posible, aunque lloremos lo deseable…

el encuentro                               
con otros paisajes y paisanajes especialmente cercanos, en el otro lado, aunque sus territorios sean más duros y extremos y sus colores sean más oscuros y distintos…
el encuentro con otros que somos nosotros mismos caminando en sentido contrario aunque el horizonte sea el mismo..
“encontrar al otro, conocerse y volver más rico de cuando se inició el camino” (Sepúlveda. L)

de ida y vuelta                             
para volver a empezar el próximo …
aunque no seamos “viajeros sencillos, nómadas inmóviles … los que van sin irse” (Vila-Matas. E), nuestro “alma de viajero” se ennoblece-engrandece con cada paso que ha sido dirigido por un paisano del lugar que, amablemente, nos coge de la mano y orienta para poder volver y contarlo…